Y allí estabamos, nos conocíamos de hace dos días y eramos las personas mas felices juntas. Sabíamos que iba a ser de los últimos momentos y decidimos hacer locuras, para que no se nos olvidase nada de esto nunca. El reloj marcaba media noche. La temperatura subía dentro del agua de aquella piscina mientras bajaba en el exterior. Y derepente el tiempo se para, me coges por detrás y empiezas a jugar con fuego. Me muerdes, te muerdo. Me besas, te beso. Me agarras y quedo atrapada en esos brazos para siempre. Riéndonos como niños. Jugando como adultos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario