Quedarte embobada mirando a esa persona y pensar que cada vez que la miras tiene menos defectos. Que te bese, verás, eso es el paraíso. Que boca, que labios, que piercing, que mirada...Y mientras todo esto pasa y dentro de tí tu tripa parece un saco de mariposas, él se acerca y te susurra un "volveremos a vernos princesa".
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