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jueves, 1 de noviembre de 2012

Dejarse la piel por algo que quieres, no es ningún precio.

"No, si no me gusta; ¿como me va a gustar después de lo que hizo?  No...simplemente le veo por la calle y me tiemblan desde los dedos de los pies hasta cada pelo de mi cabeza. Pero no sé por qué sera, porque no me gusta. No, ni de coña, no puede ser. Pero si se me acerca y me saluda con esa sonrisa y me da dos besos me olvido de dónde estoy, de con quién estoy y de todo lo demás. O si pasa con el coche y me sonríe, o si me mira con ese azul estelar de sus ojos..." A todos nos ha pasado esto, y sé que mientras lo lees estás pensando en esa persona. Eh tú, despierta, no mires por la ventana y te imagines bajo la lluvia dándole un beso que nunca olvidaréis. Ni tampoco observes tu sofá creyendo que estaréis allí. No, nada de eso. Date cuenta de una cosa: eres alguien maravilloso, simpático, con diferente manera de vivir la vida, imperfecto y con la cabeza casi tan desordenada como el corazón, pero eres capaz de todo. Deja de darlo vueltas y lánzate, si quieres algo ve a por ello. Ya es hora de dejar de soñar y vivir tu propia realidad, porque te voy a decir algo, la realidad muchas veces es mejor que los sueños, ya que al fin y al cabo los sueños sueños son.


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